Evita errores Costosos al Invertir en Equipos de Rayos X Convencionales

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Evita errores Costosos al Invertir en Equipos de Rayos X Convencionales

La adquisición de un equipo de rayos X convencional es una de las decisiones más relevantes que puede tomar un médico o profesional de la salud que desea ampliar o mejorar sus servicios diagnósticos. Esta inversión tiene implicaciones técnicas, operativas, financieras y regulatorias que, si no se evalúan con criterio, pueden derivar en gastos innecesarios, resultados deficientes y riesgos para la seguridad de pacientes y personal. Desde la experiencia en ingeniería biomédica, compartiré aquí los errores más frecuentes y cómo evitarlos, con el objetivo de guiar a los profesionales de la salud hacia decisiones más informadas y sostenibles.

La falsa economía: cuando lo barato sale caro

Uno de los errores más comunes es decidir únicamente en función del precio. Es frecuente ver cómo se elige el equipo más económico sin considerar la calidad de imagen, la durabilidad del sistema, la facilidad de integración digital o el soporte técnico disponible. Esta visión a corto plazo suele traducirse en equipos que fallan con frecuencia, generan imágenes de baja resolución, necesitan reparaciones constantes y terminan siendo reemplazados antes de haber cumplido su ciclo útil.

El costo total de propiedad es un concepto clave que muchos pasan por alto, no se trata solo de cuánto cuesta el equipo al momento de la compra, si no de cuánto va a requerir en mantenimiento, insumos, calibraciones, protección eléctrica, adecuaciones del ambiente y repuestos, por lo tanto, invertir un poco más al inicio puede garantizar menores vicisitudes y evitamos gastos desproporcionados a mediano y largo plazo.

Compatibilidad eléctrica: clave para proteger tu inversión

La elección de un equipo de rayos X debe ir acompañada de una evaluación seria de la infraestructura eléctrica del sitio. Existen equipos que operan con alimentación monofásica (común en viviendas y locales pequeños), bifásica (más estable para ciertos sistemas) y trifásica (requerida para equipos de alta potencia). Cada uno tiene ventajas según el contexto:

●      Monofásico: ideal para unidades portátiles o consultorios pequeños; fácil instalación pero limitado en potencia.

●      Bifásico: ofrece más robustez sin exigir infraestructura industrial.

●      Trifásico: necesario para equipos de alta potencia (hasta 120 kVp), ofrece mejor estabilidad y tiempos de exposición más cortos.

En todos los casos, es fundamental incorporar protección eléctrica adecuada. Una UPS y reguladores de voltaje no solo protegen el equipo ante apagones y picos, sino que prolongan su vida útil. Muchos equipos se dañan por no contar con este tipo de protección básica.

 


 

Condiciones ambientales y adecuaciones del espacio

No todos los espacios están listos para recibir un equipo de rayos X. Es necesario evaluar el tamaño de la sala, la ventilación, el control de temperatura y la humedad relativa. Componentes electrónicos sensibles pueden deteriorarse por humedad excesiva o calor acumulado. Asegurar una ventilación cruzada, deshumidificadores si es necesario, y una ubicación lejos de fuentes de calor directas son acciones simples que evitan fallas.

El blindaje radiológico también es un tema crítico. Dependiendo de la potencia del equipo y la frecuencia de uso, se requerirá protección con plomo en paredes, puertas y ventanas. Equipos portátiles o de baja potencia (como los de 32-120 kVp) pueden utilizarse incluso en espacios sin blindaje específico si se respetan las distancias mínimas y los tiempos de exposición. Esto permite iniciar operaciones en espacios reducidos sin realizar costosas reformas, lo cual representa una ventaja económica considerable, tiene como desventaja que dependen de una batería y requiere de un mayor periodo de descanso y poseen una vida útil más corta.

Digitalización: modernizar sin reemplazar

Muchos creen que para trabajar con imágenes digitales deben adquirir directamente un equipo DR (con panel plano), cuando en realidad pueden adaptar un sistema convencional con un digitalizador CR. Esta opción permite transformar imágenes analógicas en archivos digitales listos para almacenar o compartir sin alterar el equipo original. Si bien los DR ofrecen mayor eficiencia y calidad de imagen, los CR representan una solución intermedia muy rentable y adaptable.

El error común es no contemplar estas alternativas por desconocimiento. Invertir en una cadena digital que incluya almacenamiento PACS, visualización remota y herramientas de análisis es más accesible de lo que parece, y mejora drásticamente el flujo de trabajo y la atención al paciente.

Errores estratégicos y cómo evitarlos

Uno de los mayores fallos es no considerar cómo el equipo se integrará al flujo de trabajo del centro médico. Un sistema complejo que requiere pasos innecesarios o que no es intuitivo para el personal terminará desaprovechado. Asimismo, no verificar si el equipo cumple con normas internacionales de exposición, seguridad y calidad de imagen puede derivar en problemas legales y diagnósticos fallidos.

Otro error es no capacitar adecuadamente al personal. No se trata solo de operar el botón de exposición; se necesita comprender posicionamiento, dosis, mantenimiento básico y protocolos de seguridad. Una mala colocación del paciente o una configuración incorrecta del generador puede generar imágenes inservibles o exponer innecesariamente al paciente.

Finalmente, se debe considerar la disponibilidad de servicio técnico. Un equipo sin soporte local, sin disponibilidad de repuestos o sin técnicos certificados puede dejar inactivo todo un servicio por semanas. Asegurarse de que el proveedor tenga una red de soporte confiable es parte esencial del proceso de compra.

 


 

Permisos necesarios para la compra, importación y trabajo

Los individuos frecuentemente subestiman los gastos asociados con la importación legal de equipos al país. En la actualidad, muchos optan por la modalidad de "puerta a puerta" para eludir la inspección aduanera. No obstante, si las autoridades revisan el envío, este podría ser retenido y confiscado, requiriendo la presentación de documentación que acredite la entrada legal de un equipo de Rayos X. Esto puede generar una situación apremiante y costosa para los propietarios, quienes suelen perder debido a la complejidad de los requisitos. Por consiguiente, se recomienda solicitar asesoría especializada para gestionar la importación de estos equipos al país, ya que la pérdida de una inversión como la de un equipo de Rayos X puede resultar en una pérdida de capital significativa.

Clasificación práctica de los equipos convencionales

●      Portátiles (32-125 kVp): bajo consumo, no requieren sala blindada, económicos, ideales para consultas pequeñas o atención domiciliaria. Limitados en calidad de imagen para estudios complejos, requiere de un mayor tiempo de descanso por disparo y la potencia utilizada, se debe entender que estos equipos tiene un tiempo de vida útil más corta son más frágiles añadiendo que tiene una mayor probabilidad de tener fallas con costos de reparación demasiado altos para no ser rentables.

●      Fijos monofásicos o bifásicos (30 - 125 kVp): adecuados para estudios generales, requieren cierta adecuación estructural y protección eléctrica, buen equilibrio entre costo y funcionalidad.

●      Fijos trifásicos (20-125 kVp): alto rendimiento, calidad de imagen superior, necesarios para estudios de tórax, abdomen o estructuras densas. Requieren sala blindada, infraestructura eléctrica y personal capacitado.

Conclusión

La adquisición de un equipo de rayos X debe ser un proceso racional, informado y guiado por criterios técnicos más allá del precio. Desde la ingeniería biomédica, puedo afirmar que prevenir es más económico que corregir. Evaluar la potencia, el tipo de alimentación, la infraestructura disponible, el entorno físico, las posibilidades de digitalización y la capacitación del personal asegura una inversión rentable, segura y duradera. Hoy en día existen soluciones para todos los presupuestos, pero solo eligiendo con criterio se logra un verdadero impacto en la calidad del servicio ofrecido.

 

Hector Suarez
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